Presentación

¡Hola a todas y a todos!

Para aquellas/os que no sepan quién soy me llamo Miriam, tengo 23 años y sor de Barcelona. Supongo que, como me ha pasado siempre que he dicho esto, os preguntaréis como una chica de Barcelona ha ido a parar a la otra puntita del país! Pues imagino que, mayormente como todos, por la nota. ¿Aún así porqué tan lejos? La razón es porque siempre me ha gistado Andalucía: la calidad de vida que hay aquí, la gente, la forma que tienen de concebir la vida...
Sinceramente, he de confesar que mi destino preferido no era Huelva, sino Granada, ¡pero acabé aquí! Y tengo que decir que, aunque Huelva como todos sabéis no tiene mucho, no cambiaría por nada el haberme venido aquí, haber vivido todas estas experiencias y el haber conocido a gente maravillosa. La verdad que ha sido un cambio en mi vida necesario y muy positivo.
Y nada, desear que os guste y que todos/as juntos/as podamos aprender un poco más de cada uno.
Uuuuuuun saludoooooooooo =)

23 jun 2011

Arte terapia

      Las dos últimas sesiones que hemos hecho este año no han contado para la asignatura, pero han sido muy interesantes. El primer día, realizamos con Pilar dos pequeños trabajos: el primero, trataba de pintar nuestro nombre en una cartulina, representándolo como quisiéramos, con nuestros rasgos e incluso con aspectos que nos definieran a uno mismo; el segundo, se trataba de poner en una hoja diez cosas de las que nos acordásemos de nuestra vida, ya fueran recuerdos positivos o negativos. Después se tendría que intentar representar sobre el papel.



      En el último día, hicimos una clase sobre un curso de arte terapia en la que realizamos también dos trabajos, ambos de colaboración y participación por toda la clase: el primero, se trataba de coger un trozo de cartulina y doblarlo en cuatro partes. Cada uno empezaba en la primera dibujando una cara deformada, diferente, fea… como cada uno quisiese. Después se pasaba la hoja hacia el compañero de atrás y éste hacía la parte de los hombros a la cadera; después, se volvía a pasar la hoja y el siguiente hacía la parte de la cadera a las rodillas; y, por último, se volvía a pasar la hoja para que el siguiente compañero realizase la parte de las rodillas a los pies. Al final, lo que se obtiene es una mezcla de un personaje muy extraño y divertido, es lo que se llama “El muñeco cadáver”.


      El segundo, era más o menos parecido, en el hecho de que también se trataba de realizarlo conjuntamente. En este caso, teníamos que coger una cartulina y pintar lo que quisiéramos, al pasar uno cinco minutos, se pasaba el dibujo al compañero de al lado y se volvía a pintar. Así, unas seis o siete veces. Hasta que al final, te devuelven tu dibujo. En este caso, pueden suceder distintas cosas: que te guste más que cuando tú lo pasaste, que te guste menos… Entonces, tienes otros cinco minutos para modificarlo si quieres. Con esto aprendimos, que quizá haya cosas que no nos gusten en la vida, pero que no hemos de ser conformistas, que hemos de intentar cambiar aquello que no nos guste y luchar por ello.



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